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El amor está en las canes desgarradas,
carne sin dueño.
Preciosa llena de miedo,
mereces un libre te quiero.
Donde habita el olvido
queda el sexo de algún perdido.
Flores muertas dañadas por los vientos,
al besarte la muerte se aproxima,
al besarte me pones a trescientos.
Al enterrar mi voz
el desamor de los árboles se quedó sin sabia.
Pero duermo seguro de una cosa,
no es que muera de amor, es que muero de ti.
Mario Villar 3º B
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