Rosa era el cielo en el mes florido
Observé en silencio el fuego de sus pétalos
Mis manos se alzaron hacía el fruto proihibido
Acarició su pelo la danza de mis manos
Noche estrellada, día de descanso
Tibio sentimiento me enbriagaba.
Inesperado, salvaje,libre,ansiado...
Con sus garras el rey llenó mi alma
Ojos negros lejos de montañas nevadas
Sentí sus páginas leyendo mi vida.
Cristina Robles Toledo 3ºD
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