Las noches en vela anhelando tu dulce cariño,
el día inmortal esperando tus apasionados besos.
Imaginando que contemplamos un atardecer infinito,
imaginando que somos la pareja perfecta.
imaginando que queremos una vida eufórica.
Angustiosa la espera por tu distanciamiento.
La penumbra insoportable agotando mi delicada paciencia,
el silencio insoportable gritando tu imponente presencia.
Imaginando que soñamos un amor duradero,
imaginando que conseguimos la felicidad íntegra
imaginando que poseemos una fe intocable.
Lento el tiempo con tu ausencia.
rápido el momento con tu presencia.
Las horas eternas pensando tus quebradizos labios,
el tiempo indefinido aclamando tu temprana llegada.
Frío el rato sin tu sonrisa,
cálido el instante en tus brazos.
MARÍA DEL ROMERO REDONDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario