viernes, 29 de enero de 2010

BREVENTOS II



Un perdón algo tardío

Ana y Pedro se acababan de conocer. Su amistad era algo especial, tanto que estuvieron saliendo juntos un año y medio. Pero un día Ana se cansó de Pedro y una noche le dejó plantado en su cita más esperada. Un día Ana sin poder dormir y preocupada por Pedro, le llamó y le citó en el restaurante donde tuvieron su primera cita. Ana estaba nerviosa, ya que simplemente no sabía cómo tratarle después de tanto tiempo. Ella se fue caminando lentamente al restaurante, para así tranquilizarse y tomar el aire un poco. Cuando Ana llegó al restaurante vio en Pedro un rostro al que le había afectado el tiempo. Pedro estaba realmente cambiado. Ana al verle se quedó impactada. Pedro estaba tan guapo y dulce como le recordaba. Al comienzo Ana y Pedro solo hablaban de cosas tontas y de recuerdos del pasado y, sentados frente a frente, se reían.                                                                                                             Cuando ya estaban terminando de cenar, los ojos de Ana se fijaron en los de Pedro y unas lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Ana.                             
Ana pudo ver cómo en los ojos de Pedro no había rencor guardado, a pesar de lo mal que se había portado con él. Entonces Ana se acercó a Pedro y lo único que pudo decir fue perdóname...
Pedro simplemente sonrió. 
                                                        Raquel Garrido.

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