lunes, 25 de octubre de 2010

RECOMENZAMOS VIII



El día que me hice shinigami.

El primer fantasma apareció el día en que murió la abuela, en el hospital. El día del entierro vi otro más pero este no era muy normal, llevaba una máscara con forma de calavera. Este otro tenía un cierto resentimiento contra los humanos, se puso a destruir el cementerio, nadie lo veía, yo era el único. Yo me quedé asustado, no sabia qué hacer ante tal masacre. De repente apareció una mujer de pelo castaño, aparentaba tener 23 años, llevaba una katana y estaba mirando fijamente al monstruo. Era raro, ya que nadie lo podía ver. Desenvainó la katana e hizo desaparecer al monstruo, le pregunté a un señor si la conocía pero me contestó que ‘’¿A quién?’’. Cuando me volví para señalarla ella yo se había ido, cuando llegué a mi casa subí a mi dormitorio. Me tumbé en la cama ya que estaba cansado de todo el día. Entonces entró aquella mujer de un salto por la ventana, ella no se percató de una cosa que yo podía verla, le dí una patada en la espalda porque no me hace gracia que entre en mi habitación sin mi permiso. Ella se extrañó de que pudiese verla dado que ella era otro espíritu. Me lo explicó todo, dijo que ella era un shinigami y que fue enviada para proteger este mundo de estos monstruos. Se escuchó un estruendo, venía del piso de abajo era otro monstruo, entonces ella corrió abajo y yo la intenté seguir, pero me inmovilizó con un conjuro, pero aun así bajé, y vi que estaba atacando a la shinigami pero era demasiado fuerte para ella, asi que cayó ensangrentada. Aún vivía pero estaba débil, me dijo que si me atravesaba con su espada me convertiría en un shinigami para ayudar a mi familia. Lo hice, conseguí una espada enorme y me cargué a ese bicho. Al día siguiente continué haciéndolo ya que la tenía que ayudar, Al final se dio la vuelta a el asunto y matar monstruos se me hizo algo normal.

DR. El lobo solitario.

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