Y cuando el silencio siembre de calma tu alma, recházala
porque el brillante amanecer permanece inmuto en el tiempo
porque el oscuro atardecer se desvanece en el frío invierno.
Si ves la vida que sigue un camino y se desvanece
si ves personas que zarandean sin rumbo y se amarran
y cuando el miedo precipite en la sombra de la felicidad, recházala
y cuando la tristeza inunde la oscuridad de tus pensamientos, recházala.
Porque el mar enloquecido tiene barro en las orillas
porque el sol ardiente tiene fuego en las esquinas
Y cuando el odio avive la llama de tu vanidad, recházala.
JUAN ANTONIO PINTO MOYA
No hay comentarios:
Publicar un comentario