Sonidos que brotan de mi boca,
silencios que escapan de mi mente,
sangre que brota cual fuente.
Agua que ahoga mis ojos
la respiración tan fuerte, tan fuerte
¿ Cuándo se para ?
¿ Cuándo el gran músculo parará
de palpitar ?
Tú, tan poco deseado por algunos,
tan pequeño
una bella calamidad inesperada
Allí donde cierras lo ojos,
allí donde caen mis lágrimas
aquí donde se acaba tu tiempo
Dulce y delicada piel.
manchada de un rojo líquido.
No tuvimos tiempo
para conocernos y abrazarte
te veré allí donde duermen los ángeles
con un halo de sombrero
tapando esos hermosos cabellos negros
como noche sin estrellas.
¿ Somos almas olvidadas ?
Sé que sí, desterrados en la tierra,
donde la muerte nos zarandea
y nos espera.
Donde nos deja flotar
en esas imágenes pasadas.
¿ Dónde han quedado las luces,
las lámparas ?
¿ Dónde están los fluidos que
salían de mi cuerpo ?
¿ Dónde están los médicos
vestidos de blanco,
y manchados de rojo ?
Dedos deslizaos por sus ojos,
cerrad aquello que no ha podido ver,
manos abrazadle
y sentiremos alma con alma
cuerpo con cuerpo.
La vida que te golpea,
te utiliza y te remata,
poco tardarás en llegar al final
¿él llegó tardío ? no lo creo,
donde ya no sientes nada,
ni tu saliva, ni tu corazón,
ni tu sangre.
Voy a terminar la agonía,
quiero perderme a la sombra,
porque no vale la pena vivir
si tú no estás presente
Pocas horas junto a ti
y una vida para darte
porque te quiero por siempre
mi bebito.
SANDRA LOUGEDO PINO
silencios que escapan de mi mente,
sangre que brota cual fuente.
Agua que ahoga mis ojos
la respiración tan fuerte, tan fuerte
¿ Cuándo se para ?
¿ Cuándo el gran músculo parará
de palpitar ?
Tú, tan poco deseado por algunos,
tan pequeño
una bella calamidad inesperada
Allí donde cierras lo ojos,
allí donde caen mis lágrimas
aquí donde se acaba tu tiempo
Dulce y delicada piel.
manchada de un rojo líquido.
No tuvimos tiempo
para conocernos y abrazarte
te veré allí donde duermen los ángeles
con un halo de sombrero
tapando esos hermosos cabellos negros
como noche sin estrellas.
¿ Somos almas olvidadas ?
Sé que sí, desterrados en la tierra,
donde la muerte nos zarandea
y nos espera.
Donde nos deja flotar
en esas imágenes pasadas.
¿ Dónde han quedado las luces,
las lámparas ?
¿ Dónde están los fluidos que
salían de mi cuerpo ?
¿ Dónde están los médicos
vestidos de blanco,
y manchados de rojo ?
Dedos deslizaos por sus ojos,
cerrad aquello que no ha podido ver,
manos abrazadle
y sentiremos alma con alma
cuerpo con cuerpo.
La vida que te golpea,
te utiliza y te remata,
poco tardarás en llegar al final
¿él llegó tardío ? no lo creo,
donde ya no sientes nada,
ni tu saliva, ni tu corazón,
ni tu sangre.
Voy a terminar la agonía,
quiero perderme a la sombra,
porque no vale la pena vivir
si tú no estás presente
Pocas horas junto a ti
y una vida para darte
porque te quiero por siempre
mi bebito.
SANDRA LOUGEDO PINO
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