OJOS
Soles negros fulgentes, sombras vivas,
Insondables espejos color-noche;
Dos estrellas oscuras como broches
De una duda silente: sima o cima
Lunas negras, brillantes como guías
Minerales de azogue y caramelo
Dos satélites álgidos del cielo
De la noche soñada y repetida
Astros negros, radiantes como espinas
Que penetran húmedos y atroces:
Dulces de fuego, risa y terciopelo
Cielos negros de ardiente astronomía,
Llamaradas que llaman siempre a voces
Para ensalzar la tierra con el cielo.
Soles negros fulgentes, sombras vivas,
Insondables espejos color-noche;
Dos estrellas oscuras como broches
De una duda silente: sima o cima
Lunas negras, brillantes como guías
Minerales de azogue y caramelo
Dos satélites álgidos del cielo
De la noche soñada y repetida
Astros negros, radiantes como espinas
Que penetran húmedos y atroces:
Dulces de fuego, risa y terciopelo
Cielos negros de ardiente astronomía,
Llamaradas que llaman siempre a voces
Para ensalzar la tierra con el cielo.
ALBERTO FERNÁNDEZ GARCÍA
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