jueves, 24 de abril de 2014

QUIJOTIZANDO EL SIGLO, V



Cuando don Quijote y Sancho volvían derrotados a casa, se encontraron con un niño que estaba muy malherido .Aquí arranca nuestra nueva historia, la historia de un nuevo mundo para don Quijote.
Después de unos días en cama, el niño recobró la salud y empezó a descubrir el mundo en el que se encontraba. Rápidamente se quedó asustado al buscar cualquier rastro de tecnología y no encontrar nada: no había televisiones, ni teléfono ¡ni siquiera había luz! El niño salió rápidamente a buscar a sus salvadores, al rato encontró a don Quijote al que le preguntó en qué año estaban.
- Perdone, señor, pero ¿en qué año estamos?
 -Se encuentra en el año del señor 1622.
– No puede ser, si yo nací en el año 1999 y tengo 15 años.
-Chiquillo te has golpeado la cabeza y dices sinrazones, descansa y te llevaré a casa. Pero antes decidme vuestro nombre y yo os diré el mío.
-  Me llamo Rodrigo Díaz y quiero ir a buscar mi móvil ya, por favor .Tengo que llamar a mi madre o me castigará sin play.
Don Quijote y Rodrigo salieron montados en Rocinante a buscar el móvil. Caminaron durante dos horas hasta que en una pequeña montaña encontraron el teléfono (¿en 1622?). Rápidamente Rodrigo marcó el numero de su madre y asombrosamente tenía línea su madre cogió el teléfono y antes de que dijese una palabra un agujero absorbió a Rodrigo y con él a don Quijote.
Aparecieron en el año 2014 en pleno centro de Nueva York. Rodrigo se alegró de estar en casa pero Quijote se armó con su lanza y se puso en guardia, todo lo que le rodeaba era nuevo para él y todo le asombraba.
- Alto monstruo para ,si no quieres que acabe contigo- gritó don Quijote ante un autobús.
 El conductor le pitó y don Quijote sin dudarlo se lanzó contra él saliendo rebotado debido al choque de su lanza contra el metal de la carrocería del bus.
-Qué hechizo es este, ¿Dónde está Sancho? Rodrigo, dónde me has metido, sácame de aquí, por favor- dijo asustado don Quijote.
- Estamos en mi ciudad, en el año 2014 de señor, jajaja - rió Rodrigo,- más le vale que se comporte o la policía le detendrá.
- No le tengo miedo a esa policía que dices, con mi lanza les detendré y yo les reduciré, dijo don Quijote enfadado.
- Pues me temo que no llegará lejos ,le matarán antes de que dé un paso, será su fin - dijo Rodrigo. 
- Estás muy equivocado si piensas eso, yo soy el gran don Quijote desfacedor de entuertos, el mayor luchador de la historia y no puedo ser derrotado por nadie - y en un ataque de locura don Quijote empezó a atacar a todas las cosas: cristales, coches señales, tiendas, entonces llegó la policía arma en mano.
 
Iván Sánchez, 3º D.

miércoles, 23 de abril de 2014

QUIJOTIZANDO EL SIGLO, IV


Habiendo caminado sin descanso apenas durante las siguientes horas, investigando aquel lugar inhóspito y extraño al que la gente de a pie llamaba "ciudad" por aquellos lares, nuestros aventureros fueron a parar al más extraño de los lugares que habían contemplado jamás, llegando a pensar que habían alcanzado las puertas del mismo infierno. Aunque quizá distaba mucho de la idea que ellos pudieran tener de este.
Don Quijote abrió los ojos más si podía y levantó la visera del yelmo para contemplar mejor lo que se presentaba ante él: un cubículo de paredes transparentes, o, en su defecto, de un color grisáceo metalizado, al que las personas entraban para después colocarse alrededor de unas largas mesas con extraños instrumentos sobre ellas. Además, sobre la gran puerta de cristal se encontraba un símbolo que, a ojos del hidalgo, era el escudo más poco conseguido que había visto: una manzana de color blanco con un mordisco lateral.
-Mi señor, creo que hemos llegado a una de esas "tiendas" -intervino Sancho, tan sorprendido como el hidalgo.
-Así las pueden llamar, mas no veo por ninguna parte las frutas que su cartel anuncia y se supone que venden -añadió él, con el ceño fruncido.
El caballero espoleó a Rocinante y entraron con paso lento y dudoso por la gran puerta, escrutándolo todo con la mirada. De inmediato,todos los ojos de las ociosas personas se desplazaron con la parsimonia de alguien incrédulo hasta ellos, pero ni se inmutaron. Don Quijote pudo avistar entonces los objetos que se disponían delante de cada una de las personas que llenaban la tienda: unas cajitas aplanadas que, supusieron nuestros protagonistas, no servían para guardar nada, sobre las que brillaban luces de muy variados colores.
-Perdonen... -Un hombre de atuendo poco colorido, bastante parecido al tono de las paredes, se acercó a ellos con cautela -, pero no pueden entrar animales a la tiend...
-¿Qué son esas cosas que brillan sin fuego? ¿Qué clase de magia las domina?
El dependiente no dijo nada; aún no daba crédito a lo que allí estaba pasando. Mientras tanto, Sancho se había atrevido a tocar uno de los aparatos. Su compañero le ordenó retirar la mano de inmediato.
-¡Controla tu osadía, Sancho, pues caro te puede salir el fisgoneo! ¡Quién sabe la maldición que sobre eso ha caído para poder emitir luces y sonidos!
-Señor -volvió a hablar el empleado-, eso no es ningún artefacto del averno, es nuestro nuevo Iphone 4s...
-¡"Aifón"! -gritó don Quijote, haciendo que varias de las personas que había allí se fueran con paso acelerado-. ¡Así se llama el enemigo de las personas, el fruto de Barrabás, arrebatador de las ánimas, ladrón del raciocinio, que absorbe al hombre y lo deja inmóvil y a su merced!
A sus ojos, así lo parecía: la marca de la manzana estaba impresa en cada uno de los artilugios como si de un sello maligno se tratase, y las personas que los usaban quedaban embelesadas y apenas parpadeaban.
-¡¡Hay que acabar con  esta amenaza!! ¡Vamos, compañero!
Ante el murmullo escandalizado de los clientes, asomó el jefe y el guardia de seguridad de la tienda de Apple. Pero para entonces, el hidalgo ya había arremetido a lanzada limpia a las mesas.
Y astillas de madera y cristales rotos volaron y cayeron al suelo con estrépito. En poco tiempo no quedó apenas gente en la tienda. Acto seguido, el guardia de seguridad sacó una cosa negra que le cabía perfectamente en la mano y que conectaba con una suerte de cuerda a su pantalón, y le susurró unas palabras con aire amenazante.
Y ya no puedo relatar más de esta aventura, pues no hallé ni una palabra, además de lo anterior, en estos los escritos que encontré y me fueron traducidos.
 
CARMEN CARRERAS, 3ºB

martes, 22 de abril de 2014

QUIJOTIZANDO EL SIGLO, III



En un lugar de la Mancha un joven hidalgo llamado don Quijote de La Mancha se encontraba hablando por el móvil en la aplicación del whatsapp con su gran amigo Sancho Panza. 
Un día los dos amigos estaban viendo la televisión cuando a Sancho le dio por poner el telediario de la Sexta y en ese momento estaba hablando María Dolores de Cospedal, la presidenta de Castilla la Mancha. Cuando Sancho iba a cambiar de canal se le cayó el mando al suelo provocando que las pilas salieran esparcidas por la casa. En un acto de vaguería por no coger las pilas, Sancho dejó el canal puesto y  los dos amigos se pusieron a verlo, era lunes y después del telediario y los deportes iba a empezar un programa de risas llamado zapeando, los amigos se lo pasaron muy bien riéndose.En un intermedio don Quijote se fue al baño y en el baño tenían un wáter con un sensor que iba echando agua a la vez que ibas haciendo tus necesidades, también tenían un grifo con sensor que cuando sentía el movimiento de la mano el grifo echaba agua.
Cuando zapeando había acabado los dos amigos dijeron vamos a recorrer Castilla la Mancha en estas cuatro horas hasta que empiece el intermedio, y así lo hicieron. Los dos amigos se fueron al aeropuerto en el coche y del aeropuerto recorrieron toda Castilla la Mancha en dos horas y media, pero todavía les quedaba una hora y media para que empezara el intermedio, Don Quijote y Sancho fueron a cenar a un buffett libre donde cenaron divinamente, luego fueron a casa porque iba a empezar el Intermedio, vieron el intermedio, mientras tanto las pilas y el mando seguían esparcidos por el suelo, el mando se encontraba debajo del sofá y las pilas cada una en un lugar diferente de la habitación, a si que los dos amigos dejaron las cosas donde estaban y siguieron viendo la tele y whatsapeando por el móvil. Al acabar el Intermedio, comenzó pesadilla en la cocina con Alberto Chicote como gran protagonista, al acabar el programa los dos amigos miraron el reloj y vieron que eran las doce de la noche, se levantaron, recogieron las pilas y el mando y se fueron a la cama porque al día siguiente tenían que ir a trabajar.

SERGIO SANTIAGO SÁNCHEZ  3ºD   

lunes, 21 de abril de 2014

QUIJOTIZADO EL SIGLO II

Se encontraban don Quijote y Sancho aturdidos en medio de un lugar totalmente desconocido para ellos. Huían de unos hombres que les perseguían y pues así, sin más, llegaron a ese lugar que aún desconocían. La gente que caminaba se les quedaba mirando con cara extraña y ellos se quedaban embobados con los enormes edificios, con los coches que circulaban a toda velocidad y que no sabían de su existencia, de cómo vestía la gente, etc.… Después de llevar un tiempo caminando le preguntaron a una mujer sobre el sitio en el que se hallaban:
-Disculpe vuestra merced, ¿podría informarnos de cuál es nuestra estancia en este momento?
La mujer se echo a reír:
+Jajajajajaaja ¿me toman el pelo?, ¿si quieren robarme, no llevo nada de valor?
-No bella dama, no hay nada de broma en nuestras palabras
+Muy bien no tengo tiempo para vuestras tonterías, llevo prisa, ustedes están en Madrid, Madrid Capital, que tengan un buen día.
Don Quijote y Sancho se quedaron a cuadros, aunque sentían curiosidad de saber más de “Madrid, Madrid Capital”. Continuaron andando y decidieron parar en el alguna taberna para tomar algo, de repente don Quijote se paró en seco, y señaló un cartel que decía: El mesón del Quijote, pensó enseguida en que aquel era su taberna, así que cogió a Sancho y entraron con aires de grandeza, se sentaron y cuando el camarero llegó para tomarles nota don Quijote le dijo que trajera el mayor manjar que allí sirviesen, y así fue. Cuando acabaron de comer se levantaron para irse pero el camarero les paró:
-Disculpen no han pagado la comida
+Acaso no sabe ¿quién soy yo?
-¿Quién es usted?
Yo soy el mismísimo don Quijote y como he observado este es “el mesón del Quijote”, mi mesón no tengo por qué pagar nada por algo que ya es mío.
+Señor, si no paga, tendré que llamar a la policía.
-No sé quién es esa tal policía, pero si usted quiere llámela.
El chico cogió el teléfono y la policía apareció allí inmediatamente. Estos les dijo que si no pagaban irían a la cárcel esa noche y don Quijote le explicó de nuevo la historia de quién era, cuando acabó de hablar, el policía les cogió y se los llevó a la cárcel. Y allí pasaron la noche, Sancho tumbado en la cama y don Quijote observando las luces de la noche en aquel extraño lugar “Madrid, Madrid Capital”
Lucía Seneros López 3ºB

sábado, 12 de abril de 2014

martes, 8 de abril de 2014

LITERALIZAMOS V

Hace muchos años en un lejano país vivía un príncipe llamado Abdul. Era un hombre muy generoso con sus pueblo. Todos tenían trabajo, eran tratados con cariño y si tenían algún problema él les ayudaba a solucionarlo.
El príncipe Abdul quería casarse y  tener descendencia y para eso tenía que contraer matrimonio con una princesa hermosa. Después de muchas candidatas eligió a la dulce princesa llamada Cristal, una mujer muy bella, muy dulce, cariñosa y muy preocupada por los asuntos del reino. Sólo tenía un gran problema, no paraba quieta en ninguna parte del palacio.
De repente quería bailar, como quería pasear, luego tocar el piano y al rato se cansaba de todo y se ponía a cocinar.
Al  príncipe le tenía desconcertado, pensaba: tengo una bonita esposa, una mujer dulce y cariñosa pero tiene "culo de mal asiento" y no sabía que hacer para cambiar el defecto de su esposa. Se le ocurrió una idea: si el que ella sea así me descoloca tanto, imagino que si yo  me comporto como ella, a ella también le desconcertará. Y dicho y echo empezó a comportarse como ella lo hacia a habitualmente. La princesa Cristal no entendía por qué su marido se comportaba así y le daba mucha rabia, se enojaba bastante hasta que se lo dijo a él y tomaron una decisión y era que  los dos deberían  cambiar su actitud. 
Es mejor hacer las cosas con calma y de una en una, porque lo bien hecho bien parece.

ALBA JIMÉNEZ TEOMIRO 3ºD

viernes, 4 de abril de 2014

QUIJOTIZANDO EL SIGLO I



Don Quijote, presidente


Estaba don Quijote pensativo intentando descubrir qué acontecimiento extraordinario les rodeaba. Sancho Panza, por su parte, andaba asustadizo confiando en que su señor supiera qué hacer.


- Señor don Quijote, ¿sabe su merced qué fecho nos acontece y en qué inhóspito lugar nos hallamos? – preguntó Sancho.


- Amigo escudero, la ciudad que nos rodea es Madrid por lo que puedo apreciar en esa clase de cártel que nos da la bienvenida.


- Mi señor, estuve varios años hace ya en Madrid y le aseguro que no se asemeja en nada a este lugar. ¡Mire aquello! parecen carros que van más rápido que un halcón y que circulan por estos caminos tan raros con rayitas blancas que me supongo que serán para decorar. Además la gente que yo vi al venir aquí por aquella época no vestía unos ropajes tan raros y mire que me parece estar viendo a más de uno hablando solo poniendo la mano en la oreja mientras sostienen un instrumento que por seguro tengo que debe ser producto del diablo.


- Sin duda Sancho, todo esto es obra de mi enemigo el mago Malccifar que ha transformado a esta ciudad y a esta gente, y yo, como caballero andante que soy, ayudaré a salir de este mal a esta pobre gente.




Recorrieron don Quijote y su escudero la ciudad, no sin miedo ante las miradas atónitas de la gente, cuando don Quijote gritó de repente:


- ¡Fíjate Sancho, delante de aquel palacete de color blanco hay mas de quinientas personas gritando las injusticias que padecen! ¡Debo ir a preguntar que mal les acontece!




En esto fue don Quijote hacia la masa y se acercó a una chica que, al principio, al ver al Caballero dela Triste Figuradesconfió pero accedió a contestar a las preguntas del caballero:


- Señora de inigualable hermosura, dígame su merced qué es lo que aquí reclaman y las injusticias que condenan – dijo don Quijote.


- Señor, no sé que es lo que pretende hacer pero lo que estamos haciendo es protestar contra los ladrones que ahora mismo están en este edificio reunidos y que no hacen nada que nos ayude – explicó la chica.


- Señora, tendrá que explicarme mejor si desea que mi figura ayude a esta buena gente.


- Verá, por lo que creo usted no se ha enterado de la situación. Ese edificio es el Palacio de los Congresos y allí dentro están los culpables de que muchas familias no tengan ni para comer y que ellos mientras sigan aprovechándose de nosotros.


- No hable más buena mujer, ¡por mi señora Dulcinea del Toboso juro que haré justicia ante esta honorable gente!


Rodeó don Quijote subido en Rocinante el edificio mientras Sancho Panza miraba incrédulo alejado del alboroto. Sabrá Dios cómo un loco de la talla de nuestro héroe consiguió entrar dentro del Palacio de los Congresos.


Al llegar al semicírculo dónde se hallaba gobierno, oposición, cortes y demás personas ganduleando, se hizo un silencio sepulcral que solo se irrumpió cuando don Quijote dijo:


- ¡ Cobardes y viles criaturas pagaréis el daño que le habéis causado a aquellas humildes personas!

Don Quijote cogió su lanza y arremetió con ella a toda persona que se cruzaba en su camino mientras corrían para huir de la valentía de nuestro caballero andante (eso sí, que nadie se escandalice que sólo hubo heridos).

La gente que esperaba fuera y que fue testigo de la hazaña de Don Quijote le alabó y reconocieron su magnífica figura.
La noticia se conoció por toda España y todo el mundo reconoció la honorable batalla del caballero por lo que le suplicaron que fuera él quién gobernara este país. Don Quijote declaró que él debía seguir haciendo justicia aunque propuso a su escudero como gobernador para cumplir la promesa que le hizo en antiguas aventuras. Todo el mundo estuvo de acuerdo y Sancho Panza se alzó con el poder y con el paso de los años se convirtió en el mejor presidente de la historia de nuestro país (porque aquí hasta el más tonto es mejor gobernador).

Don Quijote, por su parte, siguió con sus aventuras y su leyenda y su figura se hicieron eternas.



Silvia Bonilla

ROMANCERO NUEVO MUY NUEVO IX

 
Que de noche era, de noche,               
-          Cuando la luna reinaba
Cuando todo el mundo duerme
-          Y mi padre ya roncaba
Cuando la luz ha marchado
-          Y reina la oscuridad
Cuando contraataca el miedo
-          Y sueños piden piedad
Sino yo, enamorada,
-          Que te necesito a ti
Que solo pienso en tus ojos
-          Y no sé cuánto llevo así
Sino por la hora del móvil
-          Que solo puedo esperar
A tu ansiado mensaje

NOELIA MARTÍNEZ 3ºD

miércoles, 2 de abril de 2014

DON QUIJOTE INTERACTIVO

En un lugar de la web de cuyo nombre quiero acordarme y por eso lo apunto (www.bne.es) no ha mucho tiempo que vive nuestro hidalgo en libro no flaco, pero tampoco pesado, y como en sus tiempos, sin color. Algo más que un facsímil, todo un regalo. Pínchalo, curiosealo, pásalo y recomiéndalo.
Forse altre cantera con miglior plectro.


http://quijote.bne.es/libro.html?pagina=1-000

martes, 1 de abril de 2014

PÍCAROS DE HOY VI


Soy Daniel,  un adolescente de 17 años y me  gusta ganar siempre en todo: deportes, juegos, preguntas de clase..., pero dicen que  hago  trampas y copio.  Me encanta el piragüismo y me estoy  preparando para las próximas competiciones nacionales. Entreno en piraguas individuales en el pantano de San Juan. Tengo un enemigo, Pablo, al que odio porque suele ganarme o empatarme y no lo aguanto. Se acerca el día de la carrera y estoy pensado qué trampa prepararle a Pablo. Se me ha ocurrido hacer un agujero en su piragua para que entre agua y se atrase,  y así podría ganar. El día de la compretición, salí de casa antes de lo normal para hacer lo que había pensado. Llegó la hora pero surgió un problema: faltó un chico y no quedaba mucho tiempo para empezar; todo el mundo estaba nervioso y nadie se daba cuenta de la piragua que cogía, así que me tocó la que rompí. Todo lo que había planeado me salió mal. Aprendí que es mejor empatar o quedar por debajo que intentar ganar, porque pueden pasar muchas cosas inesperadas y puede ser peor.
SARA JIMÉNEZ,3º B

PÍCAROS DE HOY V

Yo soy un niño llamado Bota del Tajo, pero me llaman Bolitta. Soy un niño huérfano, mis padres han sido ahorcados por robar y mi hermano mayor murió hace apenas un año por un accidente. yo tenia que sacarme yo solo la vida, y para poder comer y tener un lugar donde refugiarme, hacía trucos de magia en la calle. Pero no ganaba lo suficiente como para vivir. Así que un día decidí engañar un poco a la gente, ya que yo era un chico muy listo y astuto. 
Me ponía mis ropas mas viejas, me despeinaba y ponía cara de pena. Entonces, iba por la calle pidiendo dinero. Así conseguí bastante dinero. Pero pensé que seguria con mi "trabajo" para comprarme algunos caprichos que no me había podido comprar antes. Estube bastante tiempo siendo muy avaro y estafando a la gente. Conseguí ganar bastante dinero y me case con una chica llamada Paola de Nuño. Nos casamos y formamos una familia, muy mal vista, ya que yo me había ganado esa vida estafando a la gente. Y Paola me puso los cuernos, pero como ambos vivíamos bien no nos separamos. Y asi fue mi vida, Botilla de Tajo, yo, aquel niño huérfano que se gano la vida a base de mentiras. 
 
PAULA TORRALBA MASCARAQUE, 3ºB.