jueves, 15 de mayo de 2014

QUIJOTIZANDO EL SIGLO, VI

 
Don Quijote y su fiel amigo Sancho se hallaban conversando por las calles de Madrid:
- Amo, tengo hambre y dudo mucho que pueda seguir avanzando. ¿Dónde nos vamos a hospedar?
- Pues no sé, Sancho, estoy buscando una posada o cualquier lugar para entrar, pero no me apetece consultar a cualquiera de las personas de esta villa: visten con ropas inimaginables, son gente muy extraña.
- Y no dejan de mirarnos.
- Y además, mira los sitios que tenemos alrededor: "Bar Pepito", "Zara", "Todo a dos", "Alimentación". ¿Qué es es eso, amigo? No entiendo nada.
- ¡Mire, señor! ¡Una posada!
- Pero Sancho, ahí pone "Posada de las Ánimas - Discoteca". ¿Qué es eso de discoteca?
- ¡Da igual señor, me muero de hambre, entremos!
-----
- Pero señor, ¿dónde está el dueño? ¿Dónde está la comida? Hay un montón de gente y la música me está reventando los oídos.
- Lo sé, lo sé, no sé qué clase de posada es esta.
Don Quijote y Sancho encuentran la barra y el camarero les sirve una bebida alcohólica.
- No sé qué clase de brebaje es este, Sancho, pero me encanta. ¡Camarero, póngame más!
Eran las siete de la madrugada, y la barra estaba llena de vasos vacíos de tantas bebidas como habían consumido los dos hombres. Don Quijote y Sancho ya se marchaban.
- Fiel Sancho, ¡me han hecho entregar tu burro de tanto como hemos bebido, pero no me arrepiento! ¡Esa gente ruidosa está loca, pero pienso volver!
 
NOELIA MARTÍNEZ 3ºD

No hay comentarios:

Publicar un comentario