miércoles, 13 de abril de 2011

UNA NOCHE MUY TARDE



Perdón, en otro mundo habito

donde de las reglas soy dueño

ahuyentando el sueño repito:

sueño soñando que no sueño.


Los párpados piden clemencia

cuando el lucero se oculta,

dejo de sentir a conciencia

el cantar de las aves nocturnas.


Rehuyo el murmullo

oyendo el barullo

que el año no atañe

en una tarde de otoño.


De ruidos y olores teñido,

por humo y asfalto cegado,

con balas de risa herido,

por yeso y papeles aislado.


PABLO DEL RÍO

No hay comentarios:

Publicar un comentario