jueves, 8 de noviembre de 2012

SOBRE GUSTOS ESTÁ TODO ESCRITO LIV


“¿Has oído aquella historia sobre un piojo de ciudad y un piojo de campo que reencuentran en la carretera? El piojo de ciudad pregunta: “¿Entonces, hermano de campo, hacia dónde te diriges?”. El piojo de campo le dice: “A la ciudad ¿y tú?”. “Voy a buscar algo para comer”. “Olvídalo. Yo voy a la ciudad a buscar comida”. Cuando el piojo de ciudad le preguntó por qué, le dice: “En el campo lavan la ropa tres veces al día y si no encuentran nada, la golpean con un palo y lo que sale se lo meten en la boca. Si no nos golpean hasta la muerte acaban por comernos. He podido escapar vivo porlos pelos”. El piojo de campo relató entre lágrimas su desdichada historia. El piojo de ciudad lanzó un suspiro y dijo: “Estaba convencido de que las cosas irían mejor en el campo que en la ciudad. Nunca pensé que las cosas estuvieran tan mal. En la ciudad todo el mundo viste de seda y satén, una capa tras otra. Lavan la ropa tres veces al día y se cambian cinco veces. Nunca veo ni un trocito de carne. Si no nos mata el acero, lo hará el agua. He escapado con vida por los pelos”. Los dos piojos lloraron el uno sobre el hombro del otro durante unos instantes y, cuando se dieron cuenta de que no tenían dónde ir, saltaron a un pozo y se ahogaron.

Jinju se moría de risa.

̶ Papá, te lo acabas de inventar.

Con el sonido de la risa de su hija en sus oídos, Cuarta Tía se sorbió la nariz y engulló un piojo, apesadumbrada por los recuerdos de los días felices.

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