La paz es la guerra.
La libertad es la esclavitud.
La ignorancia es la fuerza.
…si todos disfrutasen igual del
lujo y del ocio, la gran masa de seres humanos, a quienes la pobreza suele
imbecilizar, aprenderían muchas cosas y empezarían a pensar por sí mismos; y si
empiezan a reflexionar, se darían cuenta más pronto o más tarde que la minoría
privilegiada no tenía derecho alguno a imponerse a los demás y acabarían
barriéndoles. A la larga, una sociedad jerárquica solo sería posible basándose
en la pobreza y en la ignorancia.
El poder radica en infligir dolor
y humillación. El poder está en la facultad de hacer pedazos los espíritus y
volverlos a construir dándoles nuevas formas elegidas por ti. ¿Empiezas a ver
qué clase de mundo estamos creando? Es lo contrario, exactamente lo contrario
de esas estúpidas utopías hedonistas que imaginaron los antiguos reformadores.
Un mundo de miedo, de ración y de tormento, un mundo de pisotear y ser
pisoteado, un mundo que se hará cada día más despiadado.
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