lunes, 7 de junio de 2010

OBJETORES II


LA LOCURA TIENE REFLEJO

Por fin habíamos comprado el piso, nos costó cuatro duros años de trabajo, pero por fin lo teníamos. Éramos tan felices.
Ya habíamos amueblado el piso, ya pusimos las alfombras, sofás y cada cubierto en su sitio.
Fui al baño para hacer mis necesidades. Al levantarme del váter me vi reflejado en el espejo nuevo. Me quedé mirándolo y mirándome un buen rato, como si nunca me hubiese visto la cara.
De repente pude ver algo, algo extraño. Mi reflejo desapareció por un instante, pero a los pocos segundos volvió aunque con una cara que no era exactamente la mía.
-¿Te vas a quedar ahí plantado mientras ella se apodera de todo lo que es tuyo?- dijo con una voz espeluznante.
-No comprendo-dije-¿quién eres?-.
-Soy tú!! cenutrio, ¿quién crees que soy, la vecina de al lado? estoy dentro de ti, soy esa parte que has suprimido desde que eras pequeño, pero siempre he estado ahí, nunca me he ido. Y ahora gracias a este espejo puedo salir y abrirte los ojos.
-¿Has estado siempre dentro de mi?-dije confuso.
-Por supuesto, inútil!! ¿Nunca has utilizado la parte inteligente del cerebro?
-Déjate de estupideces, ¿qué quieres de mí? ¿a cerca de qué quieres “abrirme los ojos”
Yo seguía igual de confuso.
-Quiero hacerte ver que esa monada que está sentada en tu sofá, es mala para nosotros. Debes deshacerte de ella.
-Pero…yo la quiero, es mi esposa.
-TONTERÍAS!! Si sigues con ella, nos va a perjudicar, acabará con nosotros!.-dijo el reflejo alzando la voz.
-Perjudicarnos!?!?-. Dije gritando.
-Cariño, ¿con quién hablas?
-Eh…..Nada cielo, estaba…interpretando un personaje…-dije con muy poca convicción.
Miré el reflejo, el cual me devolvió una mirada un tanto incitante.
Los siguientes días intentaba ignorar las voces del reflejo. Por la noche le oía hablar desde el baño diciéndome:
-Nos va a causar problemas, acaba con esto ahora mismo!!!
Al día siguiente, me “desperté”, sí..”desperté” porque no había dormido nada por culpa de la cháchara malmetedora de mi reflejo. Al día siguiente, me quedó solo en casa porque necesitaban a mi mujer en la oficina para una reunión de negocios. Me puse una película. Me calenté la cena. Y me quedé dormido en el sofá con la tele puesta.
…Algo me despertó, una risa malévola, una risa…como si de un cuervo se tratase. Me levanté del sofá y vi como toda la habitación estaba forrada de espejos y de cualquier superficie pulida en la que me pudiera reflejar. En todos esos espejos, aparecía ese reflejo, en cada cristal una mueca. En una lloraba, otra reía y otras muchas poseían un rostro de enfado al que le acompañaba unos ojos bañados en sangre.
Preso del pánico me dispuse a romper y a tirar todos los cristales y espejos. Por cada espejo que rompía la cabeza me daba más vueltas, la risa se hacía mas fuerte así hasta hacerme acabar inconsciente en el suelo.
Me desperté con la luz apagada, la tele con niebla en su pantalla. Era lo único que iluminaba la sala. Oí una risa lejana que provenía del baño. Torpemente seguí ese sonido que a cualquier persona le pondría los pelos de punta.
-Qué quieres!?!? Dime por Dios qué quieres!!??-. Dije totalmente desesperado y con las manos en la cabeza.
-Quiero que me escuches!!!!.- Dijo muy enfadado.- Quiero que te deshagas de tu mujer o ella se deshará de ti!! Hazlo, HAZ LO QUE TE DIGO MALDITA SEA!!!
Al llegar mi mujer se lo encontró todo a oscuras, el suelo repleto de cristales rotos y a mí sentado en una silla refugiado por la oscuridad.
-¿Qué ha pasado aquí cariño?
-Tú eres lo que ha pasado…Por qué intentas hacernos daño!?!?!?.- Dije gritando y sin saber lo que realmente decía.
-A qué te refieres? Haceros daño? A quiénes?
-No…no te hagas la tonta…sé muy bien lo que pretendes…quieres acabar con nosotros…pero…yo te lo voy a impedir.
-Me estas asustando cariño.
-Seguuuro.
Rápidamente me levanté de la silla y mostré con una sonrisa endiablada y un gesto en los ojos de loco el hacha con el que había roto todos los espejos.
-Tranquila…no te va a doler.- Dije sin cambiar la expresión de mi cara.
Lancé un golpe contra ella, el cual lo esquivó. Comenzamos a correr por toda la casa tirándolo todo.
Ella gritaba: <>
Esquivaba los golpes que al no encontrar a mi mujer, rompían mesas, armarios y paredes.
-Estate quieta!!!
Cogí y le tiré un jarrón que le golpeó en la cabeza e hizo que cayese al suelo.
-Ahora…ha llegado tu fin preciosa, ya no podrás hacernos daño, ya no podrás hacerle daño a nadie…
Empuñé el hacha y se la clavé en la pierna. En el piso solo se oían sus brotes de sangre chocando contra el suelo de madera y sus gritos de dolor. Me acerqué a mi armario y cogí mi taladro. Lo siguiente que hice, clavárselo en la frente. Un seco sonó y sus gritos cesaron.
Con las manos y la ropa manchadas de sangre fui al espejo y dije:
- Por fin…por fin estamos a salvo.
-Si, por fin-. Dijo mi reflejo.- Pero aún queda algo…
-Dímelo y lo haré.
-Vete y mira debajo de la cama.
Fui al dormitorio y obedecí las órdenes del reflejo. Había una trampilla. La abrí y dentro había el cuerpo de una mujer, al parecer la antigua inquilina. Que es esto? pensé.
-“Esto”-. Dijo una voz de un hombre anciano.- Es lo que le pasó a mi mujer, bueno, lo que le hice a mi mujer.
-¿Y tu quién demonios eres?-. Dije completamente alucinado.
-Soy el anterior inquilino de esta casa.
Mi asombro no tenía límites. De repente comenzó una disputa entre mi reflejo y el reflejo del anciano.
Me llevé las manos a la cabeza y grité:- CALLAOS DE UNA MALDITA VEZ!!! Cómo puedo hacer que esta horrible pesadilla termine!!!??
El anciano dijo:
- Simplemente haz lo que le acabas de hacer a la mujer que amabas.
-No le hagas caso a este viejo!! No sabe de lo que habla!!-. Dijo mi reflejo con desesperación ya que veía como cogía el taladro, lo acercaba a mi frente y lo hacía girar.
Tal y como sucedió con mi mujer, sonó un y gotas de sangre golpeando el suelo. El único sonido que acompañó a ese fue el grito de mi reflejo y de los trocitos del espejo golpeando con el suelo.
Lo siguiente, fue la voz del anciano diciendo: "al fin libre de mi miseria".
JULIÁN JIMÉNEZ

1 comentario:

  1. Maldito relato, te pone los pelos de punta Julián, no fastidies... Jaja me encanta ^^

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