"Eran las once de la noche
en una casa olvidada
Eran insultos y voces
en su cara humillada
Ella, sincera, bonita, hermosa
volaba feliz como una mariposa
Él, rudo, bellaco, tramposo
la privó de cualquier sentimiento amoroso
Tras días de calvarios
y de recuerdos horribles
quiso ver la luz, quiso vivir
quiso ser mujer libre
Y armada de valor
haciendo caso a la razón
dejó su antigua vida
quiso florecer la flor
El camino fue muy duro
tenía pocos apoyos
pero su ilusión era tan grande
que luchó contra todo
Conoció a un hombre sencillo
que le dijo que la quería
y asi fue como conoció aquello
que una vez llamó vida
Poco a poco se olvidó
de aquel monstruo al que llamó amor
Empezó a vivir la vida
se quitó aquella espina
Pero pronto una tarde
salió su nuevo amor a la calle
y vió a un hombre golpeando
a la que podía ser su madre
Y sin pensarlo dos veces
hundió su puño en la mejilla
de aquel hombre desgraciado
y llamó a la policía
Y la justicia y la ley
a una cárcel le mandaron
a ese maltratador monstruoso
que quedó solo y olvidado."
Javier Prieto
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