Dar el
brazo a torcer.
El día 14
de febrero yo, Ernesto,fui a comprarle un regalo a mi novia Elisa, no sabía qué
comprarla porque tenía el gusto muy raro. Pero me arriesgué a buscar algo que
la pudiera llamar la atención. Al final decidí no comprarla nada e invitarla
esa misma tarde a una pista de hielo para patinar y pasárnoslo muy bien. Cuando
llegamos yo estaba muy nervioso porque no sabía patinar pero no quería decírselo
porque a lo mejor ella se reiría de mí. Empecé a patinar con mayor velocidad
pero mis pies fallaron y me caí, en ese mismo momento solo se me pasaba por la
cabeza lo que estaría pensando Elisa de mí.Cuando me ayudó a levantarme, noté
que me dolía mucho el brazo, no podía moverlo con lo cual fuimos al hospital y
el doctor tuvo que retorcerme el brazo, ya que me lo había torcido, estaba
dislocado. Al fin se me pasó el dolor y nos fuimos tranquilamente a casa, allí
pasamos una mejor noche..ya que el plan de ir a la pista de hielo no fue
buena,¡Patinar no es lo mío!
Lorena Bonache
No hay comentarios:
Publicar un comentario