Armarse la marimorena
Esta es
la historia de lo que les pasó a un montón de personas en un día que todo se
les volvió en contra.
Ocurrió
un dieciocho de marzo, víspera de la fiesta de San José, una fiesta muy
celebrada en Valencia, pues es cuando arden las famosas fallas. Por esas fechas
ya está prácticamente todos los medios de transporte reservados, tren, avión,
bus…Cada pasajero cogió su medio de transporte que había reservado. Hasta ahí
todo bien. Cada uno salió a su hora establecida sin problema alguno pero de
pronto a las 12:00 llegó
el caos.
Todos los
medios de transporte, sin saberlo los pasajeros, iniciaron una huelga general e
hicieron que todos los pasajeros se bajasen de sus asientos, (los aviones
aterrizaron en medio de un campo). Había gente apeada por distintos lugares de
toda España. Todo era un caos pues no había forma de poder desplazarse hasta
Valencia ni poder regresar cada uno a su punto de origen.
Todos los
pasajeros además de indignados estaban desconcertados e intentando hablar por
su móviles a cualquier pariente o amigo que pudiera ir a buscarlos, pero para
ponerlo todo un poco más difícil las líneas de móviles se colapsaron y se
quedaron sin cobertura.
Al
principio la gente fue educada pero pasadas las horas se armó la marimorena, no
sólo estaban indignados los pasajeros que obligaron a salir a la calle sino que
en todas las estaciones, aeropuertos etc. había muchísima gente que tenían sus
viajes programados para distintos horarios.
Como
siempre la prensa es la que se entera de todo y empezaron a llegar cámaras de
televisión y policía, pues las cosas se estaban poniendo un poco feas. Gracias
a los periodistas el gobierno se dio por enterado se convocó reunión urgente
entre sindicatos y ellos, pues lo que estaba claro era que no se podía dejar
“tirada” así a tanta gente.
Sobre las
18:00 horas se llegó a un
acuerdo y todo comenzó a funcionar. La gente decía que era un día para olvidar.
Juan Manuel Amaro
No hay comentarios:
Publicar un comentario