"En unos minutos, una
oleada de amor propio se apoderaba de ti,
convirtiéndote en un dragón. Pero si
continuabas ingiriendo depresol, pronto llegabas a la fase del mono.
Te volvías
divertido,
capaz de dar saltos en una mesa para llamar la atención de los
demás.
Luego venía la fase del perro,
cuando el afán de diversión se trocaba
con agresividad.
Muchos adictos
se enzarzaban en discusiones sin sentido que
acababan en brutales enfrentamientos.
Si se pasaba la fase del perro sin
haberse roto las costillas con algún depresolado,
se llegaba a la del cerdo.
Un
malestar tremendo
te obligaba a vomitar lo que habías ingerido arrastrándote a
cuatro patas en el servicio
o en el parterre de algún jardín.
Por último, la
fase de la rata consistía en un decrecimiento de la autoestima y de la
capacidad neuronal ,acompañado de un fuerte sentimiento de culpa
por haber
perdido el control."
-O-O-O-O-
"Las marcas patrocinan
nuestra subsistencia.
¡Depresol Tintesio y palomitas Serfub!
Es lo que toca
hoy.
Mañana Tomate frito Extintus y fiamburguesas Morlunka.
Pasado mañana,
Locion cola con hielos y patatas fritas Acme, y así hasta siete saludables
menús de comida basura que te reventerán el estómago
si antes no acaba contigo
Menguelo.
No se si son peor las
máquinas
o tener que tragarse esto
día tras día. "
selección de NOELIA FERNÁNDEZ
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