jueves, 10 de mayo de 2012

MORIR DE LIBROS, VI




Quiero que sepan que,
a pesar de
mi estado, soy feliz.
Lamento no poder existir junta a ellas, pero al menos
leerán mi esencia plasmada en este libro que nacerá con mi desaparición. Las
amo como solo pueden amar los personajes de las obras literarias, completa y desesperadamente.
Tengo sueño, mucho sueño, una paz
ancha como el océano se extiende por mi cuerpo. Cada vez me duele menos el
pecho, la carga de mi tumor se ha desvanecido. En mis ojos, las líneas de un
párrafo ganan precisión, dotados de una consistencia terrenal.
Soy letra,
palabra, frase que se hilvana con las demás para formar un párrafo, un
capítulo, una voz que habla en el vacío.
Camino hacia el texto infinito de la
muerte, donde viviré por siempre junto a los seres que me acompañaron en las
páginas de este libro
que tenéis entre las manos.


-o-o-oo-o-


En tiempos de lucha, cada persona
escoge su camino.
Los hay que se pliegan a las fuerzas invasoras disimulando
ser lo que no son,
los hay que incluso cambian de mando o delatan a sus
correligionarios.
Nosotros no íbamos a quemar nada, no dejaríamos de hacer la
vida que nos gustaba hasta que una mano opresora se encargase
de obligarnos a
ello.
No olvidaré nunca los libros que
nos acompañaron durante aquellos días turbulentos. Por un capricho del destino,
todos tenían que ver con la huida de sus protagonistas. Supongo que la
literatura en sí es una vía de escape
a las obsesiones humanas.

selección de Laura Plaza



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