HAMLET.
Esa calavera tenía una lengua
dentro, y podía cantar en otro tiempo: ¡cómo la tira por tierra ese bribón,
como si fuera la quijada de Caín, el que hizo el primer crimen! Podría ser la
mollera de un político la que el burro ahora recoge: uno que era capaz de
enredar a Dios, ¿no es verdad?
HORACIO.
dentro, y podía cantar en otro tiempo: ¡cómo la tira por tierra ese bribón,
como si fuera la quijada de Caín, el que hizo el primer crimen! Podría ser la
mollera de un político la que el burro ahora recoge: uno que era capaz de
enredar a Dios, ¿no es verdad?
HORACIO.
Sí que podría ser, señor.
HAMLET.
HAMLET.
O de un cortesano, que sabía
decir "Buenos días, mi dulce señor: ¿cómo estáis, buen señor?" Éste
podría ser el señor Fulano de Tal, que alababa el caballo del señor Mengano de
Cual cuando quería pedírselo prestado; ¿no es verdad?
HORACIO.
decir "Buenos días, mi dulce señor: ¿cómo estáis, buen señor?" Éste
podría ser el señor Fulano de Tal, que alababa el caballo del señor Mengano de
Cual cuando quería pedírselo prestado; ¿no es verdad?
HORACIO.
Eso es, señor.
HAMLET.
HAMLET.
Pues sí, y ahora que es Don
Gusano, sin quijada, y golpeado en la nuca por la azada de un sepulturero; ésta
sí que es buena revolución, si tuviéramos la gracia de verla. Estos huesos ¿tan
poco han costado de criar que sólo sirven para jugar a los bolos con ellos? A
los míos les da dolor pensarlo.
Gusano, sin quijada, y golpeado en la nuca por la azada de un sepulturero; ésta
sí que es buena revolución, si tuviéramos la gracia de verla. Estos huesos ¿tan
poco han costado de criar que sólo sirven para jugar a los bolos con ellos? A
los míos les da dolor pensarlo.
seleccionada por Andrés Carrasco.
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