Vida Artificial.
En el
año1060, la vida artificial ya era un hecho. White Morgana, una empresa nipona
que trabajaba con la tecnología más moderna que en ese año existía, daba mucho
de qué hablar, debido a que era capaz de crear vida artificial. Y no simples robots,
sino personas de carne y hueso. Ahora bien, los tejidos no eran los mismos que
los de una persona normal y corriente. Los huesos estaban compuestos de sustancias
químicas recogidas de la nebulosa de una de las galaxias próximas a la Vía
Láctea, lo que hacía que tuvieran mayor resistencia a los golpes, o que crecieran
con mayor rapidez. La piel, estaba compuesta de una mezcla de cerámica y
vidrio, a la que posteriormente se inyectaba silicona y babas de unicornio, lo
que hacía que cogiera la suavidad de la piel. Después, simplemente se metía
toda la piel en una gran nevera. Ahí es donde actuaba la tecnología, el gran
aparato daba el color deseado a la piel, pero también, reconstruía el cuerpo
humano, colocando correctamente los órganos, huesos, arterias, venas, etc.
Los
órganos eran lo único natural que se podía encontrar en una persona artificial,
ya que eran donados por personas que habían muerto. Todos los órganos eran
servibles, ya que las células de los cuerpos artificiales no presentaban ningún
rechazo hacia ellos. El gran problema era el corazón. Era complicado saber por
qué éste músculo no servía. Debido al elevado coste de ésta investigación,
White Morgana inventó una máquina que trituraba las tripas de los cuerpos
muertos, los hacía una masa compacta, y les incluía un chip, que funcionaba
como motor para impulsar la sangre a través de los vasos sanguíneos, con lo
cual, era como un corazón. Y otro mucho más potente que hacía de cerebro.
Precisamente por eso, los humanos artificiales morían cuando su chip dejaba de
funcionar o presentaban algún trastorno cuando el chip no funcionaba
correctamente.
Un par de
años después, por el planeta Tierra paseaban seres naturales y artificiales, conviviendo
entre ellos armónicamente. White Morgana se volvio multimillonaria, familias
que no podía tener descendencia pedían un bebé, o solteros/as que no encontraban
parejas, pedían novio/a.
GUILLERMO HERRERA
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