Capitulo XVIII
“-El miedo que tienes -dijo don Quijote-
te hace, Sancho, que ni veas ni oigas a derechas. Porque uno de los
efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo
que son; y, si es que tanto temes, retírate a una parte y déjame solo; que solo
basto a dar la victoria a la parte a quien yo diere mi ayuda.”
Capítulo XXV
“-Ni yo lo digo ni lo pienso -respondió
Sancho-. Allá se lo hayan; con su pan se lo coman. Si fueron amancebados o no,
a Dios habrán dado la cuenta. De mis viñas vengo, no sé nada; no soy amigo de
saber vidas ajenas; que el que compra y miente, en su bolsa lo siente. Cuanto
más, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano. Más que lo fuesen,
¿qué me va a mí? Y muchos piensan que hay tocinos, y no hay estacas. Más,
¿quién puede poner puertas al campo? Cuanto más, que de Dios dijeron”.
te hace, Sancho, que ni veas ni oigas a derechas. Porque uno de los
efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo
que son; y, si es que tanto temes, retírate a una parte y déjame solo; que solo
basto a dar la victoria a la parte a quien yo diere mi ayuda.”
Capítulo XXV
“-Ni yo lo digo ni lo pienso -respondió
Sancho-. Allá se lo hayan; con su pan se lo coman. Si fueron amancebados o no,
a Dios habrán dado la cuenta. De mis viñas vengo, no sé nada; no soy amigo de
saber vidas ajenas; que el que compra y miente, en su bolsa lo siente. Cuanto
más, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano. Más que lo fuesen,
¿qué me va a mí? Y muchos piensan que hay tocinos, y no hay estacas. Más,
¿quién puede poner puertas al campo? Cuanto más, que de Dios dijeron”.
Selección de Alberto Fernández
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