EL
MUNDO ES UN PAÑUELO.
Ayer
empecé a escribir un diario, en el cual puse casi toda mi vida, me dí cuenta de
que muchos de los amigos con los que pasé mucho tiempo,
ya
no estaban junto a mí, mi juventud fue genial, como un cuento perfecto.
Todos
nos hemos separado, la mayoría se fue a vivir a otro lugar ,por sus padres, estudios...
menos David y yo.
Mi
mejor amiga, con la que me juntaba de pequeña se fue a Andalucía, Serenella,
una de las mejores personas que he conocido en mi vida.
Ahora
no hablamos, ella hace su vida y yo la mía, al principio fue muy difícil seguir
hacia delante sin alguien que desde siempre te apoyó, pero de algún modo
lo
superamos las dos.
Años
más tarde, conocí a una chica llamada Tania, era como mi hermana mayor, siempre
me recordaba a Sere. Me apoyaba, me daba consejos, nos divertíamos siempre
haciendo
tonterías en mi casa, o en la suya, íbamos creciendo juntas, con el tiempo íbamos
siendo mayores y empezamos a salir de fiesta..
Desde
ahí todo empezó a cambiar, aparecieron más amigos y amigas, novios, líos y
problemas por los que dejamos de hablarnos un tiempo, al final resultó ser todo
un mal entendido.
Meses
más tarde, apareció en su vida un chico, con el cual empezó a salir. Se fue con
él a Suiza. No volví a saber nada más de ella hasta que una de sus amigas de
allí me dijo
que
estaba bien,y que su vida había cambiado por completo, era feliz.
Me
dí cuenta que ya se había olvidado de mí, días más tarde me llamó, se disculpó
por no haberse despedido de mí, no podía. No dio señales de vida porque perdió
mi teléfono, mi dirección y todo.
Esta
mañana, fui a Madrid, tenía que recoger unas cosas de una tienda, y allí me
encontré a Tamara, otra de las chicas con las que me iba de pequeña .Dijo que
volvió a mudarse a Madrid ayer, la verdad es que no me acordaba de ella aún así
me puse muy feliz, cuando me acordé me di cuenta que la vida también puede
traer sorpresas, y de lo rápido que pasa el tiempo se te olvidan las cosas, no
recuerdas los momentos que viviste con alguien muy importante para ti. Para
tener a todos cerca, deseé que el mundo fuese un pañuelo.
VERÓNICA GNAT
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