lunes, 20 de febrero de 2012


Me
llamo Stefani y tengo 15 años, mi problema es un problema muy extraño, ni los
médicos saben el la causa. Hay gente que usa pelucas, pero en mi caso uso máscaras,
todo comenzó en el verano del 2011, mis padres me enviaron a un campamento,
aquellos niños eran los típicos niños y niñas de papa y mama, todos guapos y
guapas, sin ninguna imperfección, ropas de marca.Yo era como la fea en aquel
campamento, solo sabían meterse conmigo, sobre todo con mi cara, que si tenía
la nariz grande, que si tenía granos, que si mis labios eran gordos, mis ojos
pequeños…Todo eran insultos hacía a mí, me dejaban siempre sola…yo dormía sola
en una tienda de campaña, mientras en las afueras, en las demás tiendas se
escuchaban risas y sobre todo, chistes sobre mi cara, yo sufría deseaba llegar
ya a mi casa con mis amigos…yo esperaba aquí hacer amigos, pero no se fijaban
en el interior sino en físico, cosa que yo odiaba. Después de tanto insulto me
llegaron a hacer pasar vergüenza y decidí utilizar cosméticos para disimular
mis imperfecciones, desde pote a lápiz labial, poco a poco fui tapándolas, pero
aun así se seguían riendo de mi, yo seguía echándome más potingues, de todo
tipo de la marca Avon, Max Factor…todo tipo de marcas no me faltó ni una por
probar, después de varios intentos dejé de intentarlo, prefería ser yo misma,
yo nací de esta manera no me tenia que arrepentir, la gente me tenia que querer
tal cual fuera, me fui a dormir con todos los potingues puestos, mi sorpresa al
despertar fue, que mi cara se emborronó entera, era todo un color carne, liso,
sin labios, sin ojos, sin cejas, ni nariz, nada de nada, todos se asustaban del
resultado. Cuando me llevaron al medico, el médico no sabia explicar el porqué
del asunto, solo supo decir: “quizás tanto potingue en la cara es la causa de
tu cara emborronada”. Todos se extrañaban ya que yo no tenia, ni tengo ojos
pero si veo , ni tenía ni tengo boca pero sí puedo hablar. Ahora a mis 25 años
de edad me doy cuenta de mi error y de haber utilizado tanto potingue junto, y
juntando tanto, me di cuenta que esa tuvo queser la causa del problema, y
siempre me arrepentiré de hacer caso a lo que decían los demás y hacerme pasar
vergüenza, ahora por la tontería que hice y por mi vergüenza debo utilizar
caretas, eso si, los médicos no saben como llamar a la enfermedad, pero yo sí y
su nombre es: Caerse la cara de vergüenza.

David Sanz

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