martes, 14 de febrero de 2012

LITERALMENTE XII



Oh,
Qué casa tan esplendida!,será un hogar ideal para cuando tengamos hijos- dijo
Lady Wellintone nada más salir del coche recién aparcado en
la puerta.
-
Verdad que sí, vida mía, seremos muy felices aquí -dijo su marido,J ack
Wellintone.
Por
fin estaban casados y empezando una nueva vida en una antigua, preciosa y
carísima mansión del barrio más lujoso de Londres. Jack era un importante
banquero y empresario, y su esposa, Lady Wellintone, más conocida como Leonor,
era diseñadora. Ambos reunían bastante
capital, por lo que esa casa era una más donde vivir. Era una casa un tanto
peculiar pues las personas que la habitaban no duraban más de dos años en ella…
Trascurrió
un largo año y el matrimonio estaba perfectamente asentado en su bonita morada;
se tomaron la libertad de contratar a un personal a su servicio: cocineros,
amas de llaves, jardineros, criadas, mayordomos… ¡hasta un limpiacristales!
Pero una de las criadas destacaba de entre todo el personal; Úrsula, una joven
veinteañera alta, morena, ojos claros, nadie podía resistirse a sus encantos,
nadie…
Los
Sres. Wellintone pudieron elegir cual
sería su doncella, Leonor escogió una al azar pero Jack eligió a Úrsula. Leonor
se percató de que algo pasaba, pero no quiso darle importancia.
Las
noches pasaban y Jack cada vez llegaba más tarde a la alcoba que compartía con
su esposa.
Una
mañana Leonor paseaba por los pasillos de su casa cuando descubrió una pequeña
grieta en la pared, no se trataba de una grieta, sino de una puerta secreta que
conducía a una habitación. Leonor entró y descubrió una cama desecha y la
pajarita de sumarido, empezó a sospechar… De pronto escucho susurros que
procedían de la pared. Leonor pegó el oído a una de ellas y pudo escuchar
conversaciones “grabadas” por alguien, en este caso, por las paredes en las que
se escuchaba a Úrsula y Jack hablando de cuánto amor sentía el uno por el otro,
planes futuros, divorcio, la consumación de su amor, etc. Leonor llena de rabia
y venganza decidió sorprenderles esa misma noche.
Así
lo hizo, irrumpió violentamente en la habitación con un cuchillo y asesinó a
Úrsula y a su infiel marido. Se deshizo de los dos cuerpos con sigilo y
prudencia sin que nadie lo supiera.
Leonor
se invento un ardid muy ingenioso, pues fingió que los dos amantes se habían
fugado. Pero no lo olvidó todo, después de lo sucedido vigila la habitación
secreta con mil ojos para que nadie descubra su secreto, al fin y al cabo las
paredes de ese cuarto oían, e igual que supo ella lo que pasaba otro podía
escuchar lo que pasó.

MARÍA SOMOZA

No hay comentarios:

Publicar un comentario