miércoles, 8 de febrero de 2012

LITERALMENTE V


COMO
SIEMPRE

Cuando me
desperté todo parecía normal, la misma habitación de siempre, el mismo color
roído de las paredes, la misma telaraña colgada de aquella esquina e incluso el
mismo goteo continuo de aquel grifo de agua.
Fui al
baño, y para mi sorpresa la luz no funcionaba. Qué extraño, la había cambiado
hace un par de días... Pero tenía prisa, así que me lavé la cara, me vestí,
desayuné un café solo y salí corriendo de casa.
En la
calle noté que todas las miradas estaban dirigidas hacia mí, en cambio, decidí
pasar de aquellos ojos observadores.
Llegué a
mi destino y tomé el ascensor para así llegar antes a la salita de espera.
Cuando monté solo pude chillar y llorar de rabia.
Mis ojos,
aquellos ojos verdes como el mar, aquellos bonitos ojos achinados... Se habían
convertido en dos enormes ojos saltones.
Me desperté todo parecía normal, la misma habitación de
siempre, el mismo color roído de las paredes, la misma telaraña colgada de
aquella esquina e incluso el mismo goteo...
REBECA MORENO

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