lunes, 21 de noviembre de 2011

POR PRINCIPIOS XIII



Acaba de salir el sol, Germán, y pienso en ti. En el momento que nos conocimos y vi brillar tus ojos en la oscura noche. Como tu piel fría acariciaba mis mejillas, e intentabas alegrarme mientras desparecías entre los rayos que ahora me iluminan.
Ahora solo vivo del recuerdo de aquellos momentos, pensando que esa es mí única realidad. Poco a poco siento como desaparezco, como mi piel se vuelve como la tuya, delicada y fría como el cristal, hasta ser transparente. En este momento, mi alma asciende hasta la tuya, sintiéndome que por fin estoy viva de verdad. Se que me falta poco para estar junto a ti, solo tengo que esperar que el alba me haga desaparecer, hasta convertirme en la noche en la que tú estas, y aunque tenga que entregar mi vida, mi corazón late de alegría de tan solo pensar que voy a estar junto a ti.


LAURA PLAZA

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