miércoles, 30 de noviembre de 2011

SOBRE GUSTOS ESTÁ TODO ESCRITO X


"Cuando veis a dos personas juntas, ¿nunca os ha dado por querer saber si son novios, hermanos, amigos u otra cosa? A mí a veces me da por ahí, por la mañana, cuando voy en metro. Clavo la mirada en una pareja y me quedo observándola hasta que uno de los dos hace o dice algo inequívoco. Un beso, una frase como «Acuérdate de llamar a mamá» o «Te quiero». Pero lo habitual es que la gente no se preocupe de dar a conocer al mundo entero por qué sale acompañada a las siete y media de la mañana.
Luca y Martina están charlando delante del bar. Ella ríe y, cuando lo hace, apoya una mano en el brazo o en el hombro de él, pero ese gesto no tiene nada de íntimo, mucha gente lo hace. Él habla con un tono serio, que en realidad es su tono bromista, y disimula hábilmente el orgullo de saberse objeto de todas las miradas. Resulta extraño verlo charlar largo y tendido con Martina; es raro para todos, también para mí.
Ahora iré a despedirme de ellos. Y lamento no poder salir de mi cuerpo para disfrutar de toda la escena desde fuera. Observar sus gestos y los míos, mirar el beso en la mejilla que daré a los dos, quedarme escuchando nuestras charlas sobre el año que comienza, el tono que daremos a cada palabra.
Pero ¿para qué? Al final seguramente no sabría más que antes. Y seguramente no hace falta saberlo todo, definir claramente las relaciones y a las personas. Aunque lo cierto es que antes esa definición existía, y era clara, inequívoca.
En el fondo solo estoy buscando averiguar cómo he llegado aquí, cómo hemos llegado, qué ha pasado, qué es lo que ha cambiado nuestras vidas. Todo ha cambiado. Y lo que va a pasar en los próximos días tal vez me aclare todo. Por ahora, lo único que puedo hacer es pensar en el tiempo que ha pasado y en el día en que mi vida cambió".


SANDRA ÁLVARO


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