"No tengas miedo", le
susurré.
"Somos como una sola
persona".
De pronto me abrumó
la realidad de mis palabras.
Ese momento era tan perfecto,
tan auténtico.
No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos,
me estrechó contra él
y hasta la última
de mis terminaciones nerviosas
cobró vida propia.
"Para siempre",
concluyó.
http://bloglibros.com/amanecer-stephenie-meyer-2/
YAIZA FLORES
Un artículo para la reflexión:
"Así, películas como Perdona si te llamo amor, la saga Crepúsculo o la española Tres metros sobre el cielo "idealizan el amor romántico hasta el punto de que la chica, siempre la chica, acaba renunciando a todo por el chico, que suele ser un chico malo que le hace sufrir por amor".
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